Probablemente la palabra que más escucha y diga un extranjero en Venezuela (aunque los venezolanos no escapan para nada a esta situación) sea RECAUDO...
Si: recaudo (dícese del documento requerido para que te den otro documento, para que te den otro, y así por saecula saeculorum...)
En mi caso particular, por mi condición de extranjero, he tenido que pasar por las diferentes condiciones migratorias necesarias para vivir legalmente en el país.
Traigo esta reflexión a colación, porque la semana pasada, obtuve un sufrido triunfo ante el aparato burocrático venezolano que me permitió obtener la condición de residente.
Volviendo al tema, la dichosa palabrita esa "recaudo" puede convertirse en una verdadera tortura.
Como podrán imaginarse, lo lógico sería que si necesitas algún documento, los "recaudos" requeridos puedan solicitarse y obtenerse en un tiempo perentorio que esté dentro de los cánones de la lógica. Pero no!!! Eso es pedirle demasiado a la vida (y ojo que eso no es un problema exclusivo de Venezuela, sino un mal latinoamericano por antonomasia).
Usted tiene que armarse de paciencia, tiempo, dinero y demás herramientas para no sucumbir ante la tentación de mandar todo al cara... y quedarse sin el susodicho papel.
Es entonces cuando comienza la peregrinación a bancos, oficinas gubernamentales, alcaldías y demás localidades burocráticas en la búsqueda, petición, ruego y solicitud de los recaudos para que te puedan tramitar el documento que es el que finalmente necesitas.
Mi residencia me ha costado todas esas cosas y más! Tuve que hacer uso de mis mayores dotes de oratoria, convencimiento, negociación, etc. para que el omnipotente funcionario público, estampara su sello y firma en mi pasaporte para lograr el cometido.
Y por eso cuando finalmente la obtuve; me sentí como si me hubiese ganado el Oscar, el Grammy, el Emmy, el Tony y todos los premios que se entregan anualmente.
Al salir de esa oficina, ese viernes 26 de Noviembre, recordé una de mis célebres frases: "Marx se equivocó: no es la religión el opio de los pueblos, es la burocracia!".
Estoy claro no obstante, que tendré que seguir consiguiendo "recaudos" para los trámites subsiguientes que para cualquier actividad de la vida se requieran; pero por una vez, YO, este ser insignificante en la galaxia, le gané una al todopoderoso sistema.
Me parece entonces adecuado cerrar con esta frase que dijo el poeta: "Planilla, fotocopia y timbres fiscales son la solución a todos tus males".
P.d: Hasta aquí lo dejo porque en una hora cierran la taquilla de atención al público. ¡Abur!
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Tengo un par de palabras de apoyo, pero también tengo un par de palabras de desaprobación, si se puede, mi querido Chico.
ResponderEliminarEvidentemente todos hemos sufrido con la pesadilla que implica conseguir un permiso o un "recaudo" de algún tipo en alguna oficina gubernamental, dónde, como muy bien expresaste, trabaja un "omnipotente funcionario publico" (este es un punto donde te apoyo). De verdad que hay que ser y/o recurrir a toda la paciencia de la que pueda uno ser capaz.
Recientemente, o más bien, en estos momentos, estoy recurriendo a un banco del estado para solicitar un pequeño crédito. El hecho en sí no sería noticia, si no fuera porque durante ya un mes me han estado rechazando la solicitud porque: "la fecha no es la correcta" o porque: "su firma no es exactamente igual a la de su cédula". Se toman cualquier excusa para demorar lo que se supone es su razón de ser (dar créditos) y, lo peor del caso es que, con cada estúpida objeción se toman una semana entera. Lo cierto del caso es, a mi parecer, que si uno logra topar con alguien que sí esté dispuesto a ayudar, la cosa funciona de manera magnífica, como uno nunca se lo hubiera imaginado.
Por otro lado, a mí también me parece que Marx se equivocó (este es el otro punto donde te apoyo), pero en algún sentido vos también (este es un punto donde NO te apoyo). Yo lo veo así, para mí la burocracia es el "ANCLA" de los pueblos latinoamericanos (Me imagino que Marx no nos conocía, por eso se equivocó), pero a la vez, es la fuente de trabajo para todos esos seres inútiles (no todos por supuesto) que de no ser por ella (La burocracia) estarían pidiendo en cada esquina, ya sea haciendo malabares con una pelotita o poniendo cara de hambre.
En fin, probablemente, igual que ellos, me sobra el tiempo para comentar.
Saludos...
Se me olvidaba, felicidades por el "ascenso" en tu status como residente venezolano (ese el punto final donde te apoyo.
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