jueves, 26 de mayo de 2011

Abstracto

Ahora que amo, he crecido...
Hacía tiempo que no brillaba el sol en la conciencia, la luna no tiritaba en las noches de una inmensa soledad que me vaciaba de a poco.

Ahora que amo, lloro...
Lloro porque se me limpia el alma y expreso lo que no dicen las palabras. No es tristeza, es un alivio, un sueño, un ritual de purificación.

Ahora que amo, doy...
Ofrezco un corazón lleno. Pletórico de anhelos. Entero. Ese que permanece tenue ante el recuerdo. Ese que en un solo beso, por toda la eternidad; muere.

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